Cuando grandes almacenes y spots publicitarios comenzaban ya a anunciarnos la inminente llegada de la
Navidad, aquí, en el IES Serranía nos apresurábamos un año más, a sacar las grandes cajas de cartón en
las que guardamos figuritas, guirnaldas y adornos navideños.
Este año ha habido para todos los gustos (o casi todos…). Como oí decir a una compañera, el Belén para
los más tradicionales, el árbol de diseño minimalista para los de gusto más moderno, el de la biblioteca,
creado a partir de libros, para los eruditos y el del rincón bajo la escalera montado con cajas de fruta, para
invitar a la solidaridad.
Y entre adorno y adorno, se fueron colando esas actividades que, sin dejar de ser educativas, de alguna
manera rompen la rutina diaria suele marcar la dinámica de cualquier centro docente. Recaudamos algún
dinero, para la Asociación Debra, con una merienda solidaria; recogimos kilos de alimentos para el
comedor social “Yo soy Tú” de Málaga, todo gracias a la colaboración del alumnado y personal de centro
(quiero destacar aquí el desayuno solidario organizado por el alumnado de 1o de Bachillerato); nos fuimos
de Ruta de Belenes con nuestros niños y niñas de1o y 2o de ESO, quienes “dieron el cante” animando las
calles del centro de Málaga; tuvimos un recreo músico-festivo en el que pudimos escuchar y cantar
villancicos tradicionales ¡con orquesta y todo!…
Ojalá que cuando de nuevo guardemos las figuritas, guirnaldas y adornos navideños, no almacenemos
con ellas nuestros sueños y buenos deseos, nuestra alegría y ganas de cantar. Ojalá que nunca olvidemos
que “solidaridad” no es una palabra que solo se pronuncia en Navidad. Y sobre todo… ojalá que nunca
olvidemos que en estas fechas… el mejor regalo que podemos ofrecerle a nuestros seres queridos…
¡somos nosotros mismos!
¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!
