En el IES Serranía unimos nuestra voz al día internacional contra la violencia de género, para manifestar nuestra repulsa a la violencia contra las mujeres, en cualquier ámbito de la vida, en cualquier país o sociedad.
Durante la jornada cantamos la canción “A la luz de la risa de las mujeres” de la cantautora Rosa Zaragoza.
Además se leyeron varios manifiestos, entre los cuales queremos destacar el redactado por una alumna de bachillerato, en el que expresaba con lucidez el sinsentido de celebrar un día que realmente no deseamos celebrar:
A lo largo del año, hacemos alusión a algunas fechas que tenemos marcadas en el calendario, como son el día de la Constitución Española, el Día de la Hispanidad, Nochebuena o Navidad, entre otras. Pero … hay fechas que no deberían conmemorarse, como es el 25 de noviembre, que podría ser otro número más en el calendario, un día cualquiera, pero, sin embargo, es una fecha que marca tragedia, dolor y desolación, es el día en el que manifestamos nuestros deseos de acabar con la violencia, de poner fin al número de mujeres fallecidas a causa de los malos tratos, manifestamos el afán de formar una sociedad igualitaria en el que nadie sea superior a nadie …
Pero…Éstos propósitos no se consiguen de un día para otro, la educación es la base fundamental contra la violencia y la ignorancia, cuando hablamos de educación no nos referimos a las matemáticas, lengua o historia que se imparten en los centros educativos, sino a las normas, reflexiones y actitudes que favorezcan los comportamientos de respeto a los demás, la igualdad, la dignidad de las mujeres y la convivencia, sin que tengan cabida las actitudes agresivas, ni la violencia. Esto no se consigue sólo en los colegios o institutos, pues la educación doméstica es el principio originario donde se desarrolla la mentalidad de un niño, por ello debemos enseñarle valores como la igualdad y el respeto.
Actualmente parece ser que la sociedad está más concienciada con este tema, pues poco a poco se van reduciendo el número de víctimas fallecidas a causa de malos tratos, 50 son las mujeres asesinadas en lo que va de año 2017, una media de un fallecimiento a la semana. Teresa, Estefanía, Toñi, Mari Ángeles, Noemí, Virginia, son algunos de los nombres de las mujeres fallecidas de éste año, mujeres que se han convertido en un triste número más de muerte por violencia de género, muchas de ellas no superan los 30 años, pocas primaveras las que sus corazones llevaban cargado de sueños e ilusiones que han sido abolidos por un golpe de sufrimiento y dolor.
Ese sufrimiento no lo padece sólo la víctima, sino también las personas que las rodean familiares y amigos. Es triste pensar en el trauma que le supone ver a un niño cómo su madre es maltratada, golpeada o apuñalada y no saber el porqué de esos malos tratos. Cabe destacar que la violencia de género no sólo implica maltrato físico, también alberga el maltrato psicológico, del que sufren más del 60% de las mujeres en silencio.
A esas mujeres maltratadas debemos mostrarle nuestro apoyo, hacerles ver que no están solas y que hay salida para la violencia de género, como decía Khalil Gibrán: “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes” Si ves malos tratos, denuncia, llama al 016, no estás sola.
Y llegará ese día en el que el 25 de noviembre será una simple fecha y pasará a la historia como el día contra la violencia de género, ese día en el que las únicas patadas que reciba una mujer sean de los hijos que crecen en su vientre y que los únicos que pueden hacerle daño a una mujer sean sus tacones.